El ritmo como protagonista
La velada comenzó con Los Lillos de Mapa, banda local que elevó la energía desde el primer acorde. Su set, cargado de potencia y actitud, confirmó por qué son uno de los proyectos más prometedores de la escena rockera. Le siguió MuBlack, otro orgullo santotomesino, que conquistó al público con un sonido crudo y auténtico, sin necesidad de artificios.
La intensidad subió con Cortamambo, formación santafesina que incendió el escenario con su new metal. Riffs contundentes y una puesta en escena visceral dejaron claro que el rock no conoce límites. El broche de oro llegó con Matt Hungo y La Hot Band, cuyo repertorio ecléctico —mezcla de rock, pop y ritmos internacionales— terminó por unir al público en coros y bailes colectivos.
Más que música: un festival integral
La Municipalidad de Santo Tomé diseñó una experiencia completa: junto a los escenarios, los asistentes disfrutaron de una feria gastronómica con sabores locales, stands de artesanos y emprendedores. Un detalle destacado fue el espacio dedicado a DJs locales, que ambientaron los intervalos con mixes cuidadosamente seleccionados.
Compromiso con la cultura viva
Desde el escenario, el director de Cultura, Enrique Maillier, adelantó: «Pronto anunciaremos una nueva edición, porque este es un espacio que ya pertenece a la comunidad«. La afirmación refleja la política municipal de consolidar al SantotoRock como plataforma para artistas y punto de encuentro intergeneracional.
Balance y futuro
Bajo una luna complaciente, el festival cerró con sonrisas, aplausos y un mensaje claro: Santo Tomé vibra al ritmo de su gente. El éxito de esta edición —que superó expectativas en organización y convocatoria— refuerza el compromiso del gobierno municipal con la cultura como eje de transformación social.