Un rincón emblemático de Palomar que ya no existe, pero vive en la música.
“Fía la chapita, porrón en Palomar, cruzando la vía pa’ poderla pasar…”, canta Divididos en su clásico Qué ves. La letra, cargada de imágenes urbanas y memoria barrial, hace referencia a un punto muy preciso: la chapita de Rubén Darío, en Palomar, provincia de Buenos Aires. Aquel pequeño comercio ya no existe, pero quedó inmortalizado en la canción.
La historia resurgió en redes sociales gracias a una publicación del usuario @El_vengaK, conocido como Vengador Recargado, quien cuenta con casi 30 mil seguidores en X (ex Twitter). El posteo se volvió viral rápidamente, despertando la nostalgia de muchos fans del rock nacional.
A solo dos cuadras de ese lugar estaba el corazón musical del barrio: el portón negro que fue sala de ensayo de Divididos y, antes, también de Sumo. Justo al lado, se encontraba la galería donde funcionaba el bar “La Fuente”, un espacio que supo dar escenario a bandas emergentes. Hoy, el bar sigue existiendo, aunque reubicado detrás de la estación Rubén Darío.
Una esquina, una sala, un bar: fragmentos de una historia cultural que sigue viva en las letras y en la memoria del rock argentino.