La fuga de médicos en busca de mejores condiciones laborales y salariales es una problemática nacional que comienza a generar inquietud y preocupación en Santa Fe.
«Durante muchos años, hasta antes de la pandemia, en el Colegio firmábamos uno, dos o tres trámites por año de profesionales que se iban al exterior. Hoy ya se fueron 65, y no sé cuántos más se irán», lamentó Bedini.
Este éxodo de médicos no es solo una cuestión numérica, sino que refleja una crisis más profunda: la falta de contención y las insuficientes condiciones de trabajo en Argentina.
«Es una locura. Como Colegio nos preocupa enormemente dónde está la falla, la falta de contención de nuestros colegas que tanto nos cuesta formar,» agregó el titular de la entidad en declaraciones radiales.
Según Bedini, el fenómeno no es exclusivo de Santa Fe, aunque aquí la mayoría de los médicos emigran principalmente a España e Italia, países con los que los profesionales locales tienen fuertes vínculos.
«No se van solo por lo que pagan, sino también por el tema del idioma y los antecedentes de nuestros inmigrantes, que se sienten mucho más cómodos trabajando en esos países,» explicó.
El desajuste en las condiciones salariales es uno de los factores que alimenta este éxodo. «En Chile pagan mil dólares por una guardia. Es decir, yo hago una guardia en Chile y me pagan exactamente lo mismo que lo que gano en un mes en Santa Fe. ¿Cómo competimos con eso?», cuestionó Bedini.
Sin embargo, subrayó que el problema no es exclusivo del actual gobierno provincial o nacional, sino que responde a una historia de muchos años: «Esto no es una crítica al Ministerio de Salud actual, esto viene de años. Hablo de la evolución de un país en su totalidad,» explicó.
La fuga de médicos y el impacto a nivel local
La crisis no solo impacta en la cantidad de médicos, sino también en la calidad del servicio médico local.
Las especialidades críticas, como la terapia intensiva de adultos y pediátrica, enfrentan una escasez alarmante de profesionales. «Hay especialidades que están atravesando situaciones muy críticas, como terapia intensiva y pediatría, que no se logran cubrir. Incluso tenemos problemas para llenar los cupos en las residencias,» señaló Bedini. Los concursos para cubrir estas especialidades, tanto en el ámbito público como privado, no logran cubrir la demanda.
La salida de médicos podría tener repercusiones profundas en la atención médica a futuro. «Me asusta pensar que dentro de unos años no habrá médicos para tratarme. Si esto sigue, dentro de 20 años, ¿qué nos quedará?» se preguntó Bedini, señalando que el panorama no solo preocupa a los profesionales del sector, sino a la sociedad en general, que podría ver comprometida la calidad de la atención médica.
El presidente del Colegio de Médicos también destacó la creciente atracción de los jóvenes profesionales por especialidades más rentadas, como la cirugía plástica o la anestesia, que ofrecen mayores ingresos en comparación con la medicina generalista. «Los médicos jóvenes tienen aspiraciones económicas. Hoy en día, ser anestesista o cirujano plástico está mejor remunerado que ser médico de guardia,» afirmó.
Bedini concluyó haciendo un llamado a la acción para todos los sectores involucrados en la salud. «Es un problema que varios sectores deben abordar. No hablo solo de la salud pública o privada, sino de la salud en su totalidad. Necesitamos sentarnos y pensar en cómo mejorar el bienestar de los colegas y la calidad de la atención médica que brindamos.»
Fuente: LT10
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