La norma que mantenía congelados los sueldos de los senadores no fue prorrogada, lo que permitió la actualización automática de sus dietas. En medio de la polémica por el aumento, varios legisladores solicitaron que se revierta la medida, pero solo sería posible si se prorroga la resolución antes de que se liquiden los salarios a mediados de mes.
El salario de los senadores era de 8 millones de pesos brutos. Con el nuevo aumento, la dieta de los senadores nacionales pasará a ser de más del doble de lo que perciben los diputados nacionales.
En la Cámara alta los incrementos en las dietas no son automáticos porque quedaron desenganchados de las paritarias de los trabajadores legislativos.
Las dietas de los senadores nacionales se establecieron en 2.500 módulos (unidad de medida utilizada para calcular los sueldos de los trabajadores del Congreso), sumado a mil módulos por gastos de representación y 500 por desarraigo. Los módulos van actualizando su valor a lo largo del tiempo, pero a raíz del congelamiento las dietas se mantuvieron inmóviles mientras estuvieron vigentes los efectos de la resolución.
El Poder Ejecutivo advirtió a la vicepresidenta Victoria Villarruel que prorrogue el congelamiento, pero se excusó y sostuvo que es una decisión que la toman los senadores en una sesión y que la potestad no le correspondía.