El Concejo Municipal aprobó la creación del Servicio Público de Internación y Cuidados Domiciliarios, una iniciativa impulsada por el concejal Mario Montenegro (UCR) que marca un paso decisivo para fortalecer el sistema de salud local con una mirada humana, moderna y territorial.
La nueva ordenanza propone un esquema de atención destinado a acompañar a vecinas y vecinos que, por su condición de salud, edad o situación socioeconómica, requieren ser atendidos en sus propios hogares.
Entre los grupos priorizados se encuentran personas mayores, pacientes crónicos, personas con discapacidad y familias sin cobertura social, sectores que hoy demandan un Estado más presente, sensible y eficiente.
Montenegro destacó que la medida constituye “un avance fundamental para garantizar derechos, humanizar el sistema de salud y acercar el Estado a quienes más lo necesitan”. Además subrayó que el cuidado domiciliario permite evitar internaciones innecesarias, mejorar la calidad de vida y optimizar los recursos sanitarios, sin perder de vista lo esencial: “la dignidad de las personas y la tranquilidad de sus familias”.
Articulación institucional y enfoque integral
El modelo aprobado articula el trabajo del Municipio, el SAMCo Dr. Ricardo Nanzer y el Ministerio de Salud de la Provincia, integrando servicios de medicina, enfermería, rehabilitación, cuidados paliativos, apoyo psicosocial e insumos médicos.
La atención se adecuará tanto a las capacidades operativas del sistema de salud como a las necesidades particulares de cada paciente. Todo, en el lugar donde las personas se sienten más seguras: su propia casa.
El concejal remarcó la importancia de comprender el contexto social y económico actual con responsabilidad institucional.
“Cuando una familia atraviesa una situación de enfermedad, la contención y el cuidado oportuno cambian todo. No se trata solo de medicinas y profesionales; se trata de humanidad, de estar cerca, de garantizar que nadie quede solo frente a la enfermedad”, afirmó.
Además, destacó que esta política pública no solo alivia la demanda del sistema sanitario, sino que también fortalece la red comunitaria, evita internaciones prolongadas y reduce desigualdades en el acceso a la salud.
Montenegro cerró con un concepto que sintetiza el espíritu de la iniciativa: “La casa es, para muchas personas, el lugar donde mejor se recuperan. Esta ordenanza busca que el Estado llegue hasta allí, con empatía, con responsabilidad y con la convicción de que cuidar donde más importa es una obligación pública y moral”.
