En un nuevo episodio de inseguridad, un hecho ocurrido en las últimas horas, en la intersección de San Martín y Azcuénaga, expuso una vez más la gravedad de la situación: un sujeto sacó un arma de fuego y amenazó a una vecina, reflejando la impunidad con la que los delincuentes circulan armados por la ciudad.
Este hecho no es aislado. Solo en lo que va del año, se registraron cinco heridos de arma de fuego, dos de arma blanca, cuatro robos a mano armada y dos homicidios. Estas cifras evidencian la crisis de seguridad que atraviesa la ciudad.
Lo más preocupante es la facilidad con la que los delincuentes acceden a armas y las portan sin restricciones en la vía pública. Esto pone en evidencia una falla estructural en los controles sobre el tráfico y la circulación de armas, agravando aún más la sensación de desprotección entre los vecinos.
Estos episodios plantean un interrogante clave: ¿qué medidas se implementarán para evitar que las armas sigan circulando con esta facilidad en las calles de Santo Tomé?